Día de las Pymes: competir es transformarse
En el Día Internacional de las PyMEs, una invitación a revisar el concepto de competitividad, entender los cambios del entorno y activar mecanismos de mejora desde el corazón de cada empresa.
La palabra "competitividad" domina las conversaciones del ecosistema PyME argentino. Pero más allá del uso frecuente, comprender su significado real y traducirlo en acciones es hoy un imperativo estratégico.
Las reglas de juego han cambiado: estabilización macroeconómica, reducción de la inflación, mayor apertura comercial, flotación cambiaria y un sistema financiero que vuelve a mirar al sector privado. Estos factores configuran un nuevo escenario, que exige a las PyMEs revisar sus propuestas de valor, sus procesos y sus equipos. Ese proceso de adaptación y transformación interna es, en sí mismo, el camino hacia la competitividad.
Ahora bien, ¿cómo transitan ese camino las PyMEs? Claro que hay aspectos estructurales que deben resolverse desde el Estado: una menor carga fiscal y un régimen laboral más moderno, que reduzca la informalidad y dinamice la generación de empleo. Pero esperar pasivamente esas reformas puede ser costoso. Como empresarios, tenemos la obligación y el privilegio de actuar dentro de nuestras propias compañías.
Propuestas de valor y procesos de las PyMEs. (Fuente: archivo).
Inspirado en las propuestas del profesor Luis Affranchino, director del Programa de Dirección de PyMEs de UCEMA, comparto seis ejes para iniciar un proceso de competitividad real:
- Cambio de mindset en la dirección: se necesita liderazgo y convicción para poner en marcha la transformación desde adentro.
- Desarrollo comercial activo: en tiempos de márgenes ajustados, la clave es vender más, fidelizar clientes y ganar nuevos mercados.
- Eficiencia operativa: revisar procesos, optimizar costos, usar mejor la capacidad instalada y fortalecer alianzas.
Claves para potenciar el crecimiento de las Pymes
- Gestión del talento: cuidar a los mejores, fomentar la innovación y mejorar la comunicación con los equipos.
- Transformación digital inteligente: identificar procesos donde la tecnología aporte valor tangible y buscar inspiración en otros sectores.
- Gestión basada en datos: medir, analizar, tomar decisiones informadas. Lo que no se mide, no se puede mejorar.
Medir la competitividad exige comparar nuestros precios con los "precios de paridad" (import/export parity), es decir, saber si podemos competir con productos importados o si estamos en condiciones de exportar a valores internacionales. Aunque no siempre se logra de forma inmediata, es esencial establecer metas y dar los primeros pasos.
En síntesis: la búsqueda de competitividad es un proceso continuo que hará a la PyME más sólida, menos vulnerable y mejor preparada para integrarse al mundo. Las reformas estructurales llegarán, pero quienes ya estén entrenados podrán aprovecharlas mejor.
Y una ventaja clave: las PyMEs son ágiles, innovadoras, con ciclos de decisión más cortos. Eso hay que capitalizarlo. En este Día de las PyMEs, el mensaje es claro: es tiempo de pasar a la acción.